EL CASO DE JESSICA

Érase una vez una niña llamada Jessica. Era muy guapa, inteligente, atenta y simpática. Su vocación era tocar el piano. Desde los tres años lo toca, ya con 24 años tenía una carrera y era profesora en un conservatorio. Un día se independizó y se compró una casa en un edificio, Jessica tocaba el piano 8 horas diaria y una vecina se quejaba de que hace mucho ruido. Jessica y sus padres hacen lo posible para tener a su vecina contenta, pero su vecina sigue insatisfecha, entonces la vecina decide denunciarla. El juez de Sevilla, que es donde Jessica vive, decide que Jessica insonorice la habitación donde está el piano, Jessica le dice al juez que ya lo ha hecho, la vecina pide que Jessica cumpla 3 años de cárcel y pagarle a ella 1.000 euros. Jessica explica que ella ha hecho lo posible para que su vecina esté satisfecha. La vecina dice que lo que Jessica cuenta es mentira, no tiene la habitación insonorizada, el juez de Sevilla antes de dictar una sentencia envía a unos ingenieros a comprobar si era verdad lo que decia Jessica. Los ingenieros fueron a la casa de la vecina y Jessica en su habitación  tocaba el piano,  ellos pudieron comprobar  que era mentira lo que la vecina decia. La vecina dice que le ha causado grandes secuelas y quiere que lleven Jessica a la carcel. El juez de Sevilla que vió claramente el caso, dictó sentencia dándole la razón a Jessica y comentó a la vecina: "que lo que ella odia otros pagan por ello y que debería aprender a amar a la musica".

FIN